Encarnamos y nacemos como seres completos y perfectos. Con todas las herramientas necesarias para nuestra evolución. Sin embargo, al entrar en contacto con nuestro sistema familiar, social y educativo, ciertos aspectos de nosotrxs son mejor recibidos que otros.

Cuando mamá y papá nos felicitan por algo, nos dicen «¡Muy bien!», «¡Sí!» observamos que ese aspecto es «positivo» para nosotrxs, «nos abre caminos».

En cambio, cuando nos dicen NO, se enfadan con nosotrxs o se burlan de algún aspecto nuestro, observamos que ese aspecto es «negativo» y nos «cierra puertas».

Qué aspectos son bien recibidos y cuáles no, dependerá del sistema familiar y cultural en el que se desarrolle el niñx. Todos los aspectos que no han sido bien recibidos por el entorno durante la infancia, el niñx, los reprime, como un mecanismo de supervivencia porque es 100% dependiente del sistema y, por lo tanto, DEBE adaptarse. Estos aspectos, únicos y necesarios para nuestra evolución, al ser reprimidos, son olvidados. Pero siguen presentes y activos desde el inconsciente: esta es la famosa SOMBRA Junguiana.

El objetivo de la terapia Junguiana es reconocer esta sombra y reintegrarla. Hacerla consciente, para recuperar la INTEGRIDAD DEL SER.

Si quieres saber más sobre la sombra y aprender nuevos ejercicios de Arteterapia Junguiana para trabajarla, te invito al monográfico que estaré ofreciendo el sábado 23 de julio de 17 a 21 hs por Zoom.

Mira toda la información aquí. 

Luciana Portantiero, Arteterapeuta Junguiana🎨🎇💎💛🙏

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